Colombia y el desafío del desempleo - Cúcuta e Ibagué: dos casos preocupantes


Los 2,7 millones de colombianos que hasta febrero pasado no habían podido conseguir trabajo son el reflejo de uno de los mayores problemas sociales que enfrenta el país y que lo ubican como la segunda nación con más alta desocupación de América Latina, solo superada por Venezuela. Aunque las cifras recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan una reducción en el número de desempleados, la situación sigue siendo preocupante en algunas regiones.

Reducción en las cifras, pero persistencia del problema

Según el DANE, el número de desempleados en Colombia se redujo en 267.000 personas entre febrero de 2024 y febrero de 2025. Esto se traduce en una tasa de desempleo del 10,3 %, el nivel más bajo registrado para el segundo mes del año en una década. Si se analiza únicamente el resultado de las 13 principales ciudades del país, donde se concentra una parte significativa de la fuerza laboral, la tasa es aún menor: 9,8 %.

Este descenso en el desempleo es una señal positiva para la economía, pues indica una recuperación progresiva del mercado laboral. Sin embargo, la realidad sigue siendo compleja, ya que millones de colombianos aún no encuentran una oportunidad de trabajo estable y digno. En especial, las ciudades intermedias y las regiones periféricas continúan enfrentando serias dificultades para generar empleo formal.

Disparidades entre ciudades: el contraste laboral

Es entendible que en las principales urbes la desocupación sea menor, pues estas cuentan con más empresas y mayor oferta laboral, incluso en el sector informal. No obstante, existen marcadas diferencias entre las ciudades que presentan mejores índices de empleo y aquellas que siguen golpeadas por el desempleo.

Ciudades como Manizales, Bucaramanga y Medellín han logrado mantener tasas de desempleo por debajo del promedio nacional, lo que evidencia una mayor dinámica económica y empresarial. Por el contrario, otras capitales han visto incrementarse la brecha laboral, especialmente Ibagué y Cúcuta, que encabezan la lista de urbes con mayor desempleo.

Cúcuta e Ibagué: dos casos preocupantes

Uno de los casos más críticos es el de Cúcuta, donde la tasa de desocupación desestacionalizada alcanzó el 13 % al cierre de febrero. Según el mapa de calor del banco Davivienda, en los últimos 32 meses solo en seis de ellos este indicador estuvo por debajo del 12,2 %. En esta ciudad, la fuerza de trabajo asciende a 471.000 personas, de las cuales 68.000 no tienen empleo. La economía de la capital nortesantandereana sigue resintiéndose por factores como el cierre de la frontera con Venezuela en años recientes y la falta de diversificación de su tejido productivo.

Por su parte, Ibagué también presenta un panorama preocupante. Aunque históricamente ha tenido dificultades para generar empleo, en la actualidad la situación es aún más compleja debido a la lenta recuperación de sectores clave como el comercio y la manufactura, que son motores esenciales para la contratación laboral en la región.

¿Cómo mejorar el panorama laboral en Colombia?

Si bien la reducción del desempleo es una buena noticia, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar oportunidades laborales estables y bien remuneradas. Algunas de las estrategias que podrían implementarse incluyen:

  1. Fortalecer la industria y el emprendimiento: Incentivar la inversión en sectores estratégicos como la tecnología, la agroindustria y el turismo podría ayudar a diversificar la oferta laboral en el país.

  2. Mejorar la educación y formación para el trabajo: Aumentar el acceso a la educación técnica y profesional orientada a las necesidades del mercado laboral facilitaría la inserción de los jóvenes en el empleo formal.

  3. Fomentar el empleo en las regiones más afectadas: Programas de incentivos fiscales y apoyo a la creación de empresas en ciudades con altas tasas de desempleo podrían generar nuevas oportunidades de trabajo.

  4. Reducir la informalidad: Implementar políticas que faciliten la formalización del empleo permitiría mejorar las condiciones laborales de millones de colombianos.

Colombia ha dado un paso adelante en la reducción del desempleo, pero los desafíos persisten. La recuperación económica debe ir de la mano con políticas públicas que permitan generar más y mejores empleos, especialmente en aquellas regiones que aún enfrentan una difícil situación laboral.

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