En el Catatumbo y en el Cauca ola de terror: disidencias de las Farc perpetran siete atentados en menos de 24 horas


Las disidencias de las extintas Farc han dejado de ser un grupo residual y han demostrado su capacidad de infundir terror en el departamento del Cauca. En menos de 24 horas, cometieron siete atentados en varios municipios de la región, utilizando drones con explosivos y ráfagas de fusil contra estaciones de Policía y bases militares. La ofensiva criminal, al parecer, fue realizada en conmemoración del aniversario de la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias 'Tirofijo', fallecido en 2008 por causas naturales.

Uno de los protagonistas de esta arremetida es Néstor Gregorio Vera, alias 'Iván Mordisco', comandante del Estado Mayor Central de las disidencias, quien reapareció en un video difundido en redes sociales refiriéndose a los ataques.

Una jornada de violencia extrema

Los ataques se concentraron en los municipios de Toribío, Corinto, Caldono, Santander de Quilichao y Cajibío, lo que obligó a las autoridades a desplegar operativos y mantener la máxima alerta. Sin embargo, la violencia no se detuvo ahí. En Piendamó y Suárez se perpetraron otros dos atentados.

En Suárez, los terroristas elevaron un dron cargado con explosivos, que al detonar dejó cinco personas heridas, entre ellas dos menores de edad y un policía. Estos hechos han generado zozobra en la comunidad, que clama por mayor presencia del Estado y garantías de seguridad.

Reacción del Gobierno

El ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, condenó los atentados y anunció una recompensa de hasta 300 millones de pesos por información que permita la captura de los responsables intelectuales y materiales de los ataques.

“Las disidencias han sembrado terror en siete municipios del Cauca con explosivos, drones, hostigamientos y panfletos, causando heridas a un policía en Cajibío. ¡Su cobardía está condenada al fracaso! Colombia no retrocede ante criminales que solo han dejado dolor y miseria. No podemos permitir que estos grupos pretendan conmemorar con más violencia a quienes solo dejaron miseria y dolor en Colombia”, afirmó Sánchez.

El poder creciente de las disidencias

Las acciones de estos grupos armados no se limitan al Cauca. En el Catatumbo, la situación es igual de alarmante. Un informe reciente de Human Rights Watch (HRW) revela que el Frente 33 de las disidencias ha cometido graves violaciones a los derechos humanos en esta región, aprovechando el cese al fuego acordado con el Gobierno.

“Durante las negociaciones con el Frente 33, el Gobierno acordó un cese al fuego y anunció planes de desarrollo local que serían implementados por el Frente 33, el Gobierno y las comunidades, a pesar de que los combatientes permanecen en armas”, señala el informe de HRW.

Además, tras el inicio de la guerra entre las disidencias y el ELN el pasado 16 de enero, el Frente 33 ha intensificado el reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, así como asesinatos y desapariciones de campesinos señalados de colaborar con el ELN o con el Ejército.

Violaciones a los derechos humanos

El informe de HRW documenta el reclutamiento forzado de 44 menores entre el 1 de enero y el 19 de febrero, la mayoría en poder del Frente 33. Además, detalla la existencia de “campamentos de resocialización”, donde las personas son sometidas a trabajos forzados.

“En esos lugares, las personas eran obligadas a cortar caña de azúcar desde las 4:00 de la mañana hasta las 6:30 de la tarde. Una vez, un combatiente del Frente 33 mató a una pareja que estaba discutiendo; los mataron delante de todos y nos hicieron enterrarlos”, relató un sobreviviente.

Llamado urgente al Gobierno

Ante esta situación, HRW hizo un llamado al Gobierno colombiano para que diseñe e implemente una política de seguridad y justicia efectiva que garantice la protección de la población civil. Entre las recomendaciones destacan:

  • Garantizar que cualquier cese al fuego incluya salvaguardias concretas para la protección de los civiles.

  • Abstenerse de desarrollar planes de desarrollo rural con la participación de grupos armados que puedan poner en riesgo a la población.

  • Proteger a las personas desplazadas y asegurar que cualquier retorno al Catatumbo sea voluntario, digno y seguro.

El panorama de seguridad en el país sigue deteriorándose, y la ciudadanía clama por respuestas efectivas ante el accionar de estos grupos armados ilegales. La ofensiva en el Cauca es una muestra más de que la violencia sigue siendo un desafío sin resolver en Colombia.

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