El periodismo colombiano está de luto. La tarde del viernes 29 de marzo se tiñó de sangre cuando la reconocida periodista María Victoria Correa Ramírez y su hermana, María Norelia, fueron brutalmente asesinadas en un reconocido restaurante de Envigado.
El crimen ocurrió alrededor de la 1:30 p.m. en la carrera 43A con calle 25 Sur, en el barrio Villagrande. En un hecho que parece haber sido meticulosamente planeado, dos sicarios irrumpieron en el establecimiento, uno de ellos con maleta de domiciliario. El primero intentó dispararle a María Victoria, pero el arma se encasquilló. Acto seguido, el segundo agresor le disparó a quemarropa, acabando con su vida y la de su hermana. Una tercera mujer resultó herida en una pierna y fue trasladada a la Clínica Las Américas del Sur, mientras que el cuarto acompañante salió ileso.
La fuga de los asesinos estuvo marcada por una estrategia bien calculada: escaparon en una motocicleta, cambiaron de vehículo a cinco cuadras del lugar y posteriormente abandonaron otra motocicleta en la Loma de las Brujas, en el mismo municipio. Luego, abordaron un taxi que los llevó a Medellín antes de desaparecer sin dejar rastro.
El secretario de Seguridad de Envigado, Ricardo Vásquez, confirmó que las autoridades han desplegado un operativo para dar con los responsables de este doble homicidio, que se suma a los cinco asesinatos registrados en la ciudad en lo que va del año. Sin embargo, la impunidad sigue siendo una preocupación latente en la opinión pública.
El impacto de este crimen ha sido devastador en la comunidad periodística. María Victoria Correa Ramírez, de 70 años, fue una de las periodistas políticas más queridas y respetadas en el gremio. Con más de 50 años de trayectoria, su compromiso con la información y su ética profesional la convirtieron en un referente del periodismo colombiano. Su asesinato ha despertado indignación y temor entre colegas y ciudadanos, quienes ven en este hecho un retroceso a las épocas más violentas contra la prensa en Colombia.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar: "Qué pesar... Antioquia se está saliendo de las manos", "Volvemos a la época de matar periodistas", "Estamos viviendo la peor época de violencia en Colombia".
El homicidio de María Victoria Correa Ramírez no es solo un atentado contra su vida, sino contra el derecho a la información y la libertad de prensa en el país. La pregunta sigue en el aire: ¿quién está atacando a los periodistas en Colombia? Mientras las autoridades buscan respuestas, la tristeza y la indignación crecen en un país que pareciera estar retrocediendo a sus días más oscuros.
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