El aumento de la mesada pensional para el año 2025, fijado en un 5,2%, ha generado preocupación entre los pensionados colombianos. Este porcentaje corresponde al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del año 2024, según lo registrado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y lo estipulado en la legislación nacional. Sin embargo, el aumento del salario mínimo legal, establecido en un 9,54% mediante decreto gubernamental, marca una diferencia significativa de 4,34 puntos porcentuales, lo que afecta de manera directa la capacidad adquisitiva de los pensionados.
Impacto en las finanzas de los pensionados
Este desbalance entre el ajuste de las pensiones y el salario mínimo evidencia un problema recurrente que afecta a más de dos millones de pensionados en el país. A pesar de haber trabajado y contribuido durante más de 20 años a la economía nacional, muchos ven cómo sus ingresos mensuales quedan cada vez más cerca del salario mínimo. En el pasado, quienes alcanzaban este estatus lo hacían con la expectativa de obtener una pensión que superara con creces el salario mínimo vigente; hoy, esa realidad se desdibuja.
La Asociación Colombiana de Pensionados (ACOLPEN) ha denunciado lo que califican como un "empobrecimiento paulatino". Según el gremio, los pensionados enfrentan una pérdida real en su calidad de vida, lo que contradice el principio de dignidad que debería regir para esta población.
Evidencia del desbalance
Los datos recientes subrayan esta problemática. En 2024, el aumento del salario mínimo fue del 12,07%, mientras que las pensiones subieron apenas 9,28%, una diferencia de 2,79 puntos. Para 2025, el salario mínimo alcanzó los $1.423.500, tras un incremento del 9,54%, pero las mesadas pensionales solo crecieron un 5,2%, ampliando la brecha a 4,34 puntos porcentuales.
El efecto acumulativo de estas diferencias ha generado que, año tras año, las pensiones pierdan proporcionalidad frente al salario mínimo, erosionando el poder adquisitivo de quienes dependen exclusivamente de este ingreso para subsistir.
Llamado a la equidad y justicia social
Ante este panorama, las organizaciones de pensionados han intensificado sus reclamos al gobierno nacional, exigiendo un reajuste equitativo en las pensiones. ACOLPEN ha propuesto que los incrementos anuales de las mesadas no solo se ajusten al IPC, sino que también consideren los aumentos salariales para evitar que los pensionados sigan enfrentando pérdidas reales en su capacidad de compra.
Además, se pide que cualquier reajuste sea retroactivo, como una medida de justicia para compensar las desmejoras acumuladas en años recientes. Según ACOLPEN, esta medida no solo es necesaria para proteger los derechos de los pensionados, sino también para garantizar su dignidad y bienestar.
Una problemática de largo aliento
La situación refleja un desafío estructural que debe abordarse de manera integral. El desbalance entre el salario mínimo y las pensiones no solo afecta a los pensionados actuales, sino que también envía un mensaje preocupante a quienes se preparan para su retiro. Si no se implementan políticas que garanticen la equidad y la sostenibilidad de las pensiones, el problema podría agravarse en el futuro.
El gobierno tiene en sus manos la oportunidad de corregir esta desigualdad y fortalecer el sistema pensional, asegurando que los trabajadores, al llegar a la etapa de jubilación, puedan disfrutar de condiciones dignas y acordes con el esfuerzo de toda una vida laboral.
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