El Gobierno Nacional sufre un nuevo revés con el hundimiento de la reforma política

La última plenaria de la legislatura ordinaria de 2024, que se celebró este lunes, culminó con un fracaso para el gobierno de Gustavo Petro. El proyecto de acto legislativo conocido como la reforma política no alcanzó a ser discutido por falta de quórum, lo que significó un golpe más a la agenda del presidente, quien veía en esta iniciativa una oportunidad para reformar el sistema político colombiano.

El acto legislativo, que había llegado a la plenaria del Senado para su cuarto debate, quedó en el aire debido a la ausencia de suficientes congresistas en el recinto, lo que obligó a levantar la sesión. Ahora, el proyecto regresará a la agenda legislativa en febrero, cuando los senadores y representantes se reúnan nuevamente.

Este fracaso se suma a la serie de derrotas recientes para la administración de Petro. Apenas una semana antes, las comisiones económicas archivaron el proyecto de ley de financiamiento, o reforma tributaria, con el que el gobierno esperaba recaudar cerca de 10 billones de pesos. Ante esa situación, el presidente Petro reaccionó con un fuerte reproche, llamando de "malditos" a los congresistas que impidieron la aprobación de la reforma tributaria.

La reforma política que ahora no pasó de la plenaria del Senado era una de las apuestas más ambiciosas del gobierno, pero la complejidad de su contenido la hacía difícil de aprobar. Uno de los puntos más controversiales del proyecto fue la inclusión de un artículo que avalaba el transfuguismo, es decir, la posibilidad de que los congresistas pudieran cambiar de partido sin perder su curul. Sin embargo, este artículo fue rechazado en su paso por la Cámara de Representantes, lo que obligó a su conciliación. La falta de consenso entre las diferentes fuerzas políticas fue otro factor determinante para el fracaso de la reforma.

Este revés legislativo pone de manifiesto las dificultades del gobierno para sacar adelante su agenda en el Congreso, un panorama que podría complicarse aún más en el futuro. El presidente Petro y su equipo tendrán que replantear sus estrategias de negociación para lograr avances en proyectos clave como la reforma política, cuyo futuro sigue siendo incierto.