Jorge Carrillo, presidente ISA. Foto cortesia ISA
"Qué pesar lo que nos está pasando como sociedad. Se nos volvió paisaje la corrupción, se normalizaron las conductas inmorales, se ‘corrió la línea ética’ sin reparo alguno. Todo se puede, todo se vale. Qué pesar que semejante compañía tan valiosa como ISA sea víctima de estas decisiones”.
Con estas palabras cargadas de indignación y advertencia, el pasado 23 de agosto, Carlos Raúl Yepes, miembro independiente de la Junta Directiva de ISA nominado por EPM, expuso ante sus compañeros las sombras que rodearon el proceso de elección del nuevo presidente de la compañía: Jorge Carrillo. Un episodio que, según Yepes, marcaría negativamente a una de las joyas del sector energético colombiano.
En una constancia compuesta por ocho puntos, Yepes relató las grietas que mancharon un proceso de selección encargado a las prestigiosas firmas internacionales Korn Ferry y Kroll. Un proceso que, a pesar de su rigor y objetividad, fue torcido desde sus cimientos. Finalmente, una "decisión errónea y dañina" terminó imponiéndose. Los protagonistas: los miembros de la junta nominados por Ecopetrol –accionista mayoritario de ISA–, entre los que figuran Ricardo Roa, David Riaño, Fabiola Leal, Lucía Díaz y Luis Ferney Moreno.
Según Yepes, Jorge Carrillo "nunca fue el mejor candidato". De hecho, estuvo en los últimos lugares de la lista de 20 postulados por el "headhunter". A pesar de sus bajas calificaciones, su nombre fue impulsado desde el inicio, violando los procedimientos y vulnerando los derechos del 49% de los accionistas minoritarios. Pero ¿quién es Jorge Carrillo y qué antecedentes lo rodean?
Mónica Ruiz y la sombra de irregularidades en EPM
Para entender mejor la dimensión de las alertas de Yepes, basta revisar el testimonio de Mónica Ruiz, exgerente encargada de EPM, anexado en su constancia. Ruiz describió cómo en 2021, durante la administración de Daniel Quintero en Medellín, Carrillo le hizo una solicitud insólita: si quería continuar como gerente, debía entregar una carta de renuncia sin fecha. Con esa carta, Quintero podría removerla cuando lo considerara conveniente si “no se ajustaba”. Ruiz rechazó el ultimátum, pero la presión marcó un precedente.
La llegada de Carrillo a EPM también dejó otras señales de alarma. Según Ruiz, los cargos más neurálgicos de la empresa fueron entregados a personas cercanas a él, sin procesos de selección transparentes. Las vicepresidencias de Finanzas y Talento Humano, por ejemplo, quedaron en manos de sus amigas. "Decían sin pudor que para donde iba Carrillo, ellas iban", relató Ruiz. La meritocracia, tan necesaria en organizaciones técnicas como EPM, fue sustituida por amiguismos.
Aún más preocupante fue su decisión de realizar un pago único de 450 millones de dólares al BID en 2021. Sin buscar alternativas de financiación, la decisión dejó a EPM en una situación de incertidumbre financiera justo cuando la empresa debía estructurar su presupuesto para el año siguiente. "Eso demuestra la poca rigurosidad, conocimiento y mal manejo del recurso", sentenció Ruiz.
Los silencios en Afinia y los procesos borrados
El caso de Jorge Carrillo no termina en EPM. Durante su paso por Afinia, filial de EPM encargada del servicio de energía en la Costa Caribe, las críticas también llovieron. Blanca Liliana Ruiz, quien fue removida de la gerencia a pesar de las advertencias de la junta directiva, advirtió que Carrillo conocía los problemas de Afinia –falta de ejecución de planes, irregularidades en contratación y no cumplimiento de indicadores– y no hizo nada. Más grave aún: Carrillo solicitó eliminar del acta las advertencias de la junta sobre su mala gestión.
Las denuncias no se detienen ahí. Yepes anexó tres casos en la Fiscalía contra Carrillo (uno de ellos por corrupción en Afinia), otros dos en la Procuraduría, tres más en la Superintendencia Financiera y uno ante ENSA en Panamá. En todos, Carrillo es señalado por irregularidades administrativas y presión indebida sobre otros funcionarios.
El proceso de selección: una línea torcida
Las denuncias de Yepes no solo se enfocaron en los antecedentes de Carrillo, sino en cómo fue seleccionado. Diego Muñoz Tamayo, exmiembro de la junta de ISA y presidente del Comité de Talento Organizacional, reveló que el proceso comenzó en octubre de 2023 con una lista de 22 candidatos. La firma Korn Ferry depuró la lista con base en criterios como integridad, experiencia y evaluaciones éticas.
Jorge Carrillo fue eliminado por su bajo puntaje. Sin embargo, en una junta posterior, Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, cuestionó los resultados y reinsertó el nombre de Carrillo. Finalmente, con apoyo de los representantes de Ecopetrol y la complicidad de algunos miembros, Carrillo fue elegido. "Hubo otros diez candidatos con excelentes credenciales", recordó Muñoz, pero sus hojas de vida fueron ignoradas.
El recurso ante el Consejo de Estado
La polémica designación de Jorge Carrillo no ha pasado desapercibida. El diputado Luis Peláez presentó una demanda ante el Consejo de Estado para anular el nombramiento, alegando irregularidades en el proceso y vulneración de derechos de los accionistas minoritarios.
El Consejo de Estado aceptó la demanda y, en una reciente decisión, confirmó su competencia para revisar el caso. “Lo que aquí se controvierte es el acto de nombramiento del presidente de ISA, emanado de la junta directiva de esa entidad pública del orden nacional”, aseguró el alto tribunal.
ISA: la joya de la corona
ISA no es una empresa más. Con una participación accionaria del 51,41% por parte de Ecopetrol y del 8,92% por parte de EPM, la compañía es clave en la infraestructura energética de Colombia y América Latina. Cualquier decisión errada, cualquier gestión cuestionable, tiene repercusiones económicas y reputacionales incalculables.
Hoy, la advertencia de Carlos Raúl Yepes resuena como un eco que nadie puede ignorar: la ética y la transparencia no son negociables. ISA, una de las más valiosas empresas del país, no puede convertirse en víctima de agendas ocultas, favoritismos ni decisiones que ponen en riesgo su futuro.
Mientras la demanda avanza y el caso se debate en el Consejo de Estado, la sombra de Jorge Carrillo sigue pesando sobre ISA, sobre EPM y, en últimas, sobre la confianza de los colombianos en sus instituciones. Como lo dijo Yepes con lástima y claridad: "Qué pesar lo que nos está pasando como sociedad".
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