Kamala Harris, candidata democráta y Donald Trump, candidato republicano.
Estados Unidos vive hoy una de las elecciones presidenciales más intensas y divisivas en su historia. El republicano, Donald Trump, y la demócrata Kamala Harris se enfrentan en una lucha cabeza a cabeza, según las encuestas, que presentan un empate técnico con ambos candidatos rondando el 47% de intención de voto. Unos 240 millones de ciudadanos están habilitados para participar, y el ambiente está marcado por un clima de incertidumbre y altas expectativas.
Una campaña sin precedentes
Este último día de campaña, Trump ha intensificado su esfuerzo, recorriendo cuatro ciudades en tres estados clave para captar el voto decisivo. A bordo de su avión, conocido como "Trump Force One", el republicano cubrió unos 1.800 kilómetros en un despliegue de campaña sin descanso. Los ataques entre los candidatos han sido constantes, lo que sumado a los intentos de atentado contra Trump, convierte esta campaña en un episodio que ya se destaca como uno de los más polémicos y complejos en el ámbito político estadounidense.
El peso de los Colegios Electorales y los "estados bisagra"
En este contexto de encuestas ajustadas, el sistema de Colegios Electorales jugará un papel determinante. En Estados Unidos, el presidente no es elegido directamente por el voto popular, sino a través de estos colegios, una estructura creada en la Constitución que asigna un número de electores por estado. Para obtener la victoria, es necesario alcanzar 270 de los 538 votos electorales, lo que vuelve decisivos a los llamados "estados bisagra" como Pensilvania, Georgia y Michigan, ya los "estados gigantes" como Florida y Texas, por su alto número de electores. .
Trump y Harris: agendas opuestas y promesas de cambio
En cuanto a la agenda económica, ambos candidatos mantienen posturas opuestas. Trump propone una reducción de impuestos para las grandes empresas y un arancel del 20% sobre las importaciones, en especial las de China, con el objetivo de atraer empleos de bajo costo. Harris, por su parte, impulsa un sistema progresivo que incrementaría impuestos a las grandes corporaciones y ciudadanos con altos ingresos, proponiendo que estos fondos se destinen a programas de ayuda para la clase trabajadora, infraestructura y un aumento del salario mínimo.
A nivel de política internacional, Harris es una firme defensora de Ucrania y la OTAN, mientras que Trump se ha mostrado escéptico sobre los altos costos de la asistencia militar extranjera. En cuanto a Medio Oriente, Harris plantea un enfoque equilibrado que incluye protección a Israel y apoyo a los derechos palestinos. Trump, en cambio, mantiene su inquebrantable respaldo al gobierno de Israel y su primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Cambio climático y medio ambiente en la balanza
El medio ambiente es otro tema central en esta elección. Harris apoya el Acuerdo de París y una política ambiental que reduzca las emisiones de carbono. Trump, sin embargo, ha prometido expandir la exploración de combustibles fósiles y asegura que EE.UU. se retiraría del Acuerdo de París, manteniendo su escepticismo sobre el cambio climático.
Latinoamérica y el mundo atentos a las políticas de la próxima administración
El impacto de estas elecciones será global, afectando a América Latina, Europa y Asia, con políticas que podrían cambiar la dinámica de las relaciones internacionales. Las propuestas de ambos candidatos anticipan un futuro incierto para el escenario mundial y las relaciones con EE.UU., un país que sigue siendo una potencia determinante en la economía y la política mundial.
Voto anticipado y el desenlace final
Cerca de 70 millones de estadounidenses ya han votado de manera anticipada, y los analistas creen que la participación total podría acercarse a los 150 millones de votos, como en 2020. Este nivel de participación temprana indica una ciudadanía comprometida con el destino del país. El desenlace se conocerá en los próximos días, aunque las disputas legales o un conflicto ajustado podrían retrasar la confirmación final. El próximo 20 de enero, en el Capitolio, el ganador tomará posesión ante la Corte Suprema, marcando un nuevo capítulo en la historia de los Estados Unidos.
Una elección histórica para la posteridad.
Independientemente de quién resulte victorioso, estas elecciones pasarán a la historia. Harris podría convertirse en la primera mujer en la presidencia de los Estados Unidos, mientras que Trump, de ganar, continuaría un estilo de gobierno que desafiaba a las instituciones tradicionales. La incertidumbre es alta, pero lo que es seguro es que el impacto de este día se sentirá en cada rincón del planeta.
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