Periodista de Vorágine recibe amenazas de muerte tras investigar nexos empresariales con el paramilitarismo


El portal de periodismo independiente Vorágine denunció este domingo, 13 de octubre, que su periodista Nicolás Sánchez Arévalo ha sido objeto de amenazas de muerte debido a sus investigaciones sobre las relaciones empresariales con actores del conflicto armado, especialmente en torno al paramilitarismo y el narcotráfico. Este caso pone de nuevo en evidencia los riesgos que enfrentan los periodistas en Colombia cuando indagan sobre temas sensibles y comprometedores.

Según José Guarnizo, director de Vorágine, la amenaza fue "directa, explícita y calculada", y no solo buscaba intimidar a Sánchez Arévalo, sino que también extendía las amenazas a sus familiares. “La sentencia tiene que ver con su oficio, con las investigaciones que ha venido realizando sobre relaciones empresariales con actores del conflicto armado”, expresó Guarnizo, quien además destacó la gravedad de la situación y la vulnerabilidad de los periodistas que cubren este tipo de temas.

Las investigaciones de Sánchez Arévalo han tocado fibras sensibles al exponer los nexos entre algunas empresas y grupos paramilitares, lo que ha provocado reacciones violentas de parte de actores involucrados en estos asuntos. Este tipo de amenazas no son nuevas para periodistas en Colombia, un país que, a pesar de los avances en el proceso de paz, sigue siendo uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo, especialmente cuando se trata de investigaciones sobre el conflicto armado, el narcotráfico y la corrupción.

Ante la gravedad de los hechos, el presidente Gustavo Petro reaccionó a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), condenando las amenazas y anunciando medidas para proteger la vida del periodista. “Esto no puede ocurrir en nuestro país”, afirmó el mandatario, subrayando la urgencia de garantizar la seguridad de quienes ejercen la libertad de prensa. Petro también indicó que ha ordenado la activación inmediata de las rutas de seguridad para este caso, así como para otros seis periodistas que, junto con la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), han sido identificados como de alto riesgo.

La situación genera creciente preocupación por el clima de inseguridad que rodea a los periodistas en Colombia, en un contexto donde la investigación y denuncia de los vínculos entre el poder empresarial y actores ilegales sigue siendo motivo de amenazas y agresiones. Vorágine, portal conocido por su periodismo investigativo, ha denunciado en varias ocasiones la difícil situación que enfrentan sus reporteros, quienes constantemente son intimidados por exponer verdades incómodas para sectores poderosos del país.

La FLIP y otras organizaciones defensoras de la libertad de prensa han exigido acciones concretas por parte del gobierno para proteger a los periodistas y frenar la impunidad en casos de violencia contra la prensa. La amenaza a Nicolás Sánchez Arévalo se suma a una larga lista de agresiones contra periodistas que buscan destapar la verdad en un país donde, muchas veces, investigar cuesta la vida.

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