En Antioquia, los secuestros extorsivos han experimentado un alarmante incremento del 336% entre 2020 y 2023, pasando de 11 a 37 casos en solo cuatro años. Este fenómeno, que evoca épocas de violencia en Colombia a finales de los 90 y principios de los 2000, ha sido atribuido principalmente a bandas de delincuencia común de corta duración, en lugar de grupos guerrilleros o paramilitares.
El informe de Antioquia Cómo Vamos revela que, aunque los secuestros simples se mantuvieron relativamente estables —con 15 casos en 2020 y 17 en 2023—, los secuestros extorsivos se han concentrado en áreas urbanas de alta densidad poblacional. En particular, el Valle de Aburrá concentra el 61,9% de estos delitos, mientras que el Oriente antioqueño representa el 16,7%.
Entre 2017 y 2023, se registraron 26 casos de secuestro extorsivo en Medellín, siete en Bello, cinco en La Estrella, y cuatro en Rionegro y Guarne, evidenciando un preocupante aumento en la actividad delictiva. Las bandas involucradas en este fenómeno incluyen grupos como La Terraza, Los Pesebreros, Los Pájaros, y La Oficina, entre otros.
A pesar del aumento en los casos de secuestro extorsivo, la Gobernación de Antioquia ha informado que para el 2024 se han reportado 19 secuestros en todas sus modalidades, lo que sugiere una posible reducción en comparación con el año anterior. Sin embargo, la preocupación por la seguridad en el departamento persiste, y las autoridades están en alerta ante el resurgimiento de esta problemática que recuerda a tiempos más oscuros en la historia reciente de Colombia.
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