En lo que se está perfilando como un evento cargado de controversia en el polémico debate sobre la inmigración en Estados Unidos, 16 migrantes venezolanos y colombianos fueron transportados desde Texas a California.
Aparentemente, el punto de partida fue El Paso, Texas, desde donde, tras ser procesados por agentes de inmigración estadounidenses, estos individuos emprendieron un inesperado viaje, que culminó en Sacramento, California.
El grupo, compuesto por jóvenes hombres y mujeres venezolanos y colombianos, quienes ya tenían fechas establecidas para sus casos de asilo, fueron sorprendidos por “individuos representantes de un contratista privado” en las inmediaciones de un centro para migrantes en El Paso.
Según Eddie Carmona, director de campaña del grupo religioso comunitario Pico California, estos individuos prometieron ayudar a los migrantes a encontrar trabajo y trasladarlos a su destino final. Sin embargo, de acuerdo con Carmona, se llevó a cabo un engaño intencional.
Los migrantes, que solo portaban una mochila con pertenencias cada uno, fueron dejados frente a la Diócesis Católica de Sacramento. En un estado de desconcierto y confusión, no tenían idea de dónde se encontraban cuando llegaron a Sacramento. Este sorprendente evento fue dado a conocer el sábado por Gavin Newsom, el gobernador de California, y por varios activistas a favor de los migrantes.
La trama se complica cuando se descubre que estos migrantes fueron primero enviados de Texas a Nuevo México, antes de ser transportados en un jet fletado hasta Sacramento. Así lo reveló el gobernador Newsom, quien junto con el fiscal general Rob Bonta, se reunió con el grupo de migrantes para escuchar de primera mano su sorprendente historia.
Newsom aseguró que están trabajando de la mano con la alcaldía, así como con socios locales y organizaciones caritativas, para garantizar que los migrantes sean tratados con el respeto y la dignidad que merecen. Además, se están realizando esfuerzos para ayudarles a alcanzar el destino que originalmente pretendían, mientras gestionan sus casos de inmigración.
Sin embargo, la controversia no termina aquí. El gobernador también expresó que se está trabajando con el Departamento de Justicia de California para investigar quién se hizo cargo de los gastos del transporte de estos migrantes y si los responsables del viaje cometieron algún delito penal, como secuestro, o si se engañó a alguien con falsas promesas.
Este evento ocurre después de que, el año pasado, los gobernadores republicanos de Texas y Florida comenzaron a enviar a migrantes por vía aérea a bastiones demócratas sin previo aviso. Esto, como parte de una campaña para acentuar la atención sobre lo que describen como las fallidas políticas fronterizas de la administración del presidente Joe Biden.
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