El presidente electo de Colombia remarcó además que
buscará recuperar la producción de fertilizantes a través de la empresa
venezolana Monómeros, que fabrica insumos agrícolas en Colombia, y es centro de
una disputa entre los dos países.
El próximo gobierno de Colombia, que comenzará el 7 de
agosto, buscará como gesto prioritario el desalojo de los grupos armados que
operan en los dos lados de la frontera con Venezuela, como paso para recuperar
las relaciones con ese país, indicó el presidente electo, Gustavo Petro.
Petro remarcó además que buscará recuperar la producción
de fertilizantes a través de la empresa venezolana Monómeros, que fabrica
insumos agrícolas en Colombia, y es centro de una disputa entre los dos países.
En declaraciones a W Radio, el mandatario electo
señaló que abrirá el comercio en la frontera –de unos 2.200 kilómetros- al
tiempo que recuperará el control.
«Esto implica correr, arrinconar, desalojar a los
grupos armados que hoy están a lado y lado de la frontera», subrayó el
exalcalde de Bogotá.
Petro y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya
sostuvieron una primera conversación telefónica tras el triunfo del colombiano
en el balotaje del 19 de junio.
El mandatario electo anunció un giro en la diplomacia
colombiana frente a Venezuela, para retomar las relaciones rotas bajo el
saliente gobierno de Iván Duque.
Duque desconoció al gobierno de Maduro, porque juzgó
que su reelección fue fraudulenta, y en su lugar aceptó como su par al líder
opositor Juan Guaidó, siguiendo la línea de Estados Unidos.
El mandatario saliente colombiano suele denunciar que
grupos ilegales se refugian del lado venezolano de la frontera con la
complicidad de las fuerzas chavistas.
En los últimos meses habrían muerto del lado
venezolano al menos cuatro comandantes disidentes de las FARC, la disuelta
guerrilla que firmó la paz en 2016, aunque la administración de Maduro nunca
aceptó esa acusación.
El próximo gobierno de Colombia también quiere
resolver el problema con la firma Monómeros, insistió Petro.
«Lo que quiero saber es si esa empresa aún puede
recuperar su antigua función, si pudiéramos reconstruir la producción
subsidiada de fertilizantes para la agricultura colombiana», agregó, según la
agencia AFP.
Filial de la estatal Petroquímica de Venezuela
(Pequiven), Duque le transfirió el mando de Monómeros en 2019 a Guaidó, quien
nunca ejerció un control efectivo.
Por eso Bogotá intervino la empresa el año pasado por
«situaciones críticas de orden jurídico, contable, administrativo y económico»,
según la Superintendencia de Sociedades.
Monómeros generaba más de 1.600 empleos y surtía a
unos 800.000 agricultores en Colombia. Según Petro, la caída de la producción
obligó al país a importar fertilizantes a precios tres veces más altos, lo que
encareció los alimentos.
Otro punto clave entre los dos países es el de la
migración: Colombia acoge a unos 2 millones de venezolanos que se fueron del
país por la crisis.
Lo que parece difícil es la presencia de Maduro en los
actos de asunción de Petro: ayer, Duque dijo que mientras él fuera el jefe del
Palacio de Nariño el mandatario bolivariano no pisaría el país.
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