Ciudad de Panamá, 5 abr (EFE).- En los dos primeros
meses de 2022 casi el triple de migrantes entraron a Centroamérica a través de
la selva del Darién en su viaje hacia el norte, en relación con igual lapso de
2021, una prueba de que este fenómeno está lejos de amainar y requiere de más
fondos y cooperación para ser gestionado, alertó la Organización Internacional
para las Migraciones (OIM).
En Latinoamérica la crisis económica y social derivada
de la pandemia está empujando a miles de personas a salir de su país o de
aquellos en los que se habían instalado para intentar llegar a Norteamérica y
realizar allí el "sueño americano" de encontrar trabajo y
prosperidad.
Se está ante "una situación que vino para
quedarse", sostuvo en una entrevista con Efe el jefe de misión en Panamá
de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Santiago Paz.
SE NECESITAN MÁS FONDOS Y COOPERACIÓN
Paz recalcó que en 2021, según datos de las
autoridades de Migración de Panamá, cerca de 134.000 personas en movilidad
atravesaron la jungla del Darién, la peligrosa frontera natural de este país
con Colombia, una cifra más o menos igual a la registrada en toda la década
anterior, lo que demuestra "la dimensión" del fenómeno, recalcó Paz.
Y la misma fuente oficial de Panamá, país que registra
datos biométricos de los migrantes y les ofrece atención sanitaria y de
alimentación en estaciones en sus fronteras norte y sur, da cuenta que entre
enero y febrero pasado llegaron a través de la selva 8.456 personas, frente a
2.928 en el mismo período de 2021.
"Debemos estar claros de que estos movimientos no
van a parar, sino que al contrario, van a continuar", afirmó Paz al
recordar que ya la OIM hizo el año pasado "un llamamiento a nivel regional
de 75 millones de dólares" destinados a apoyar a "todos los países
que se ven impactados con esta migración en tránsito que busca alcanzar EE.UU.
principalmente", aunque también Canadá y México.
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