Pese a
que los contagios de covid-19 se redujeron en enero al pasar de un
promedio de 7.000 a 2.000, en parte por la
restricción para la toma de las pruebas, sí se disparó la letalidad de la
enfermedad en Antioquia.
A
principios del año, se tuvieron tres muertes en un día y,
recientemente, la cifra llegó a las 51, es decir, se multiplicó por 17 en menos
de un mes. Medellín tiene una tasa de fallecidos de 1,89% , siendo Santa Cruz y
La Candelaria las comunas con más decesos.
El
gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, expresó su preocupación por las
personas que aún se resisten a vacunarse y son quienes están ingresando a
una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
"La
mayor cantidad de personas que están falleciendo en esta ola de covid-19 y,
especialmente por la variante Ómicron, es porque no se han vacunado. En
algunos países, el 80% de los decesos corresponden a habitantes que no se
inmunizaron (...). El hecho de que se piense que esta variante sea menos
legal o porque alguien esté vacunado, no significa que se pueda bajar la
guardia con las medidas de protección", señaló.
El
departamento está en alerta roja hospitalaria porque la ocupación UCI está
por encima del 90%. La declaratoria no implica la restricción de
procedimientos no urgentes, pero sí les da herramientas a las EPS para expandir
los servicios críticos. Por el pico de la pandemia, la meta es activar
nuevas camas y alcanzar las 1.200 en los próximos días.
"Con
la alerta roja hospitalaria enviamos un mensaje de urgencia a los antioqueños.
Debemos cuidarnos y vacunarnos, por el momento no se restringirán
procedimientos médicos, necesitamos el máximo compromiso con las medidas de
prevención", puntualizó el mandatario.
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