Una vecindad complicada: los principales puntos de tensión política y militar entre Venezuela y Colombia en 2021

Las tensiones entre Caracas y Bogotá se han recrudecido durante el 2021, hasta el punto de que la zona fronteriza, caracterizada por ser una de las más activas y dinámicas de la región, ahora sostiene una vecindad complicada a la que se suma la crisis sanitaria originada por la pandemia del covid-19.

Las complicaciones entre ambos países tienen como origen la postura asumida por el presidente colombiano, Iván Duque, quien ha decidido no reconocer al Gobierno de Nicolás Maduro.

Aquí, un repaso a los principales tensiones que se han vivido entre ambos países a lo largo de 2021.

El conflicto en Apure

El primer capítulo de los enfrentamientos se remonta a mediados de marzo, cuando se registraron ataques de grupos irregulares armados de Colombia en el estado venezolano de Apure, en la zona fronteriza con el Arauca colombiano.

En ese momento, el ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció la presencia de paramilitares del vecino país en suelo venezolano, que operaban vinculados con mafias del narcotráfico colombiano. El conflicto se extendió por varias semanas, produjo diversos enfrentamientos y prendió las alarmas de la comunidad internacional.

Padrino López denunció que las autoridades venezolanas habían advertido desde enero al Gobierno de Colombia, que "se hizo oídos sordos" sobre la presencia de estos grupos armados, y aseguró que incluso proporcionaron "coordenadas precisas" para que las fuerzas de seguridad colombianas actuaran en las zonas de Chinácota, Riohacha y el Norte de Santander.

En entrevista con RT, Daniel Quintero, investigador y documentalista, explica que lo que ocurre en la frontera es un conflicto que comienza por el control de las rutas del narcotráfico que disputan los grupos paramilitares colombianos y que pretenden llegar al Caribe a través de Venezuela.

El investigador señala que al ser Colombia el mayor productor y distribuidor de cocaína del mundo, los carteles del narcotráfico, como el Clan del Golfo, intentan, de forma continuada, pasar sus envíos de drogas a través de Venezuela, y esto ocurre con una clara desatención de la frontera por parte de las autoridades colombianas.

Señalamientos de Bogotá y las respuestas de Caracas

Otro hecho emblemático ocurrió en junio cuando se registró un atentado terrorista en una brigada militar en Cúcuta. En esa oportunidad, el suceso dejó a 36 personas heridas y el Ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, acusó a Venezuela del incidente, sin presentar pruebas.

También atribuyó a Caracas un atentado que se habría ejecutado contra una aeronave en la que se desplazaba el presidente Duque.

Desde el lado venezolano, el entonces canciller, Jorge Arreaza, rechazó las acusaciones de Colombia y advirtió que lo que pretendía el Gobierno de Duque era intentar ocultar la realidad que sufren los colombianos.

Más tarde, en septiembre, la Superintendencia de Sociedades de Colombia anunció que iba a intervenir a la empresa Monómeros debido a "malas prácticas administrativas" de su junta directiva, un equipo que paradójicamente fue nombrado por el exdiputado Juan Guaidó, a quien Colombia le sigue dando soporte como "presidente interino" de Venezuela.

 Las tensiones entre Caracas y Bogotá se han recrudecido durante el 2021, hasta el punto de que la zona fronteriza, caracterizada por ser una de las más activas y dinámicas de la región, ahora sostiene una vecindad complicada a la que se suma la crisis sanitaria originada por la pandemia del covid-19.

Las complicaciones entre ambos países tienen como origen la postura asumida por el presidente colombiano, Iván Duque, quien ha decidido no reconocer al Gobierno de Nicolás Maduro.

Aquí, un repaso a los principales tensiones que se han vivido entre ambos países a lo largo de 2021.

El conflicto en Apure

El primer capítulo de los enfrentamientos se remonta a mediados de marzo, cuando se registraron ataques de grupos irregulares armados de Colombia en el estado venezolano de Apure, en la zona fronteriza con el Arauca colombiano.

En ese momento, el ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció la presencia de paramilitares del vecino país en suelo venezolano, que operaban vinculados con mafias del narcotráfico colombiano. El conflicto se extendió por varias semanas, produjo diversos enfrentamientos y prendió las alarmas de la comunidad internacional.

Padrino López denunció que las autoridades venezolanas habían advertido desde enero al Gobierno de Colombia, que "se hizo oídos sordos" sobre la presencia de estos grupos armados, y aseguró que incluso proporcionaron "coordenadas precisas" para que las fuerzas de seguridad colombianas actuaran en las zonas de Chinácota, Riohacha y el Norte de Santander.

En entrevista con RT, Daniel Quintero, investigador y documentalista, explica que lo que ocurre en la frontera es un conflicto que comienza por el control de las rutas del narcotráfico que disputan los grupos paramilitares colombianos y que pretenden llegar al Caribe a través de Venezuela.

El investigador señala que al ser Colombia el mayor productor y distribuidor de cocaína del mundo, los carteles del narcotráfico, como el Clan del Golfo, intentan, de forma continuada, pasar sus envíos de drogas a través de Venezuela, y esto ocurre con una clara desatención de la frontera por parte de las autoridades colombianas.

Señalamientos de Bogotá y las respuestas de Caracas

Otro hecho emblemático ocurrió en junio cuando se registró un atentado terrorista en una brigada militar en Cúcuta. En esa oportunidad, el suceso dejó a 36 personas heridas y el Ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, acusó a Venezuela del incidente, sin presentar pruebas.

También atribuyó a Caracas un atentado que se habría ejecutado contra una aeronave en la que se desplazaba el presidente Duque.

Desde el lado venezolano, el entonces canciller, Jorge Arreaza, rechazó las acusaciones de Colombia y advirtió que lo que pretendía el Gobierno de Duque era intentar ocultar la realidad que sufren los colombianos.

Más tarde, en septiembre, la Superintendencia de Sociedades de Colombia anunció que iba a intervenir a la empresa Monómeros debido a "malas prácticas administrativas" de su junta directiva, un equipo que paradójicamente fue nombrado por el exdiputado Juan Guaidó, a quien Colombia le sigue dando soporte como "presidente interino" de Venezuela.

 




 


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